La noticia corrió como reguero de pólvora en el paddock de Austin, Texas: mientras la organización de la W Series negocia desesperadamente para sobrevivir otro año, tras colapsar financieramente y no poder completar sus últimas tres carreras de 2022, la F1 prepara su propio campeonato femenino de monoplazas.

Comentábamos en Continental Web a principios de año que la W Series (que, entonces no se sabía, terminó 2021 con un pasivo de 9 millones de euros) encaraba un año crucial para definirse como una verdadera plataforma de pilotas hacia la cúspide de la Pirámide FIA, su intención declarada, o iba a terminar convirtiéndose en una categoría llena de pilotas 'super23', que ya tienen nivel de profesionales y que jamás van a tener una oportunidad ni siquiera en la F3.

La trayectoria de Jamie Chadwick ilustra el 'techo de cristal' que impide desde hace décadas que mujeres lleguen a subirse siquiera a un coche de F3 más que esporádicamente. La británica era hace tres o cuatro años una fascinante promesa tras obtener victorias y títulos en categorías escuela de turismos y monoplazas, coronados con la MRF (un tradicional campeonato de F3 de la India que también lograron Max Verstappen y Mick Schumacher). Pero, tras ganar brillantemente la primera temporada de la W Series, el año de la pandemia ningún equipo de F3 o sponsor se interesó en darle una butaca. Apenas pudo correr algunas carreras aisladas de la Fórmula Regional Europea, sin contar con un buen respaldo, y la W Series ni siquiera se disputó ese año (2020).

En 2021 seguía sin butaca atractiva en un campeonato profesional, así que arrasó y ganó su segundo título de W Series. Cuando este año se vio que iban a seguir tanto ella como Kimilainen y Moore (entre otras veteranas de más de 23 años), estuvo claro que el campeonato jamás había encontrado el rumbo correcto.

A estos problemas, que podrían resumirse como dificultad para conseguir pilotas sub20 con nivel para correr en autos de fórmula 'regional'... y también financiamiento complicado por una FIA que engendró la categoría y luego la dejó a su suerte, se sumaron en 2022 los problemas económicos. Como se dijo más arriba, afrontaba un grán déficit del año 2021 y en la segunda mitad de 2022 se cayeron dos sponsors que iban a financiar las dos fechas en América (una de ellas doble). Finalmente, se declaró tricampeona a Chadwick por Twitter, pocos días después de que Jamie se estrellara no muy gloriosamente en Marina Bay, el primer día que tuvo chances de ganar el título.

Los promotores de la W Series declararon desde entonces que negocian denodadamente para conseguir la financiación que les permita una cuarta temporada. Pero esta versión, que no ha sido comentada oficialmente por la FIA, de crear, presumiblemente en la estructura de F2 y F3 que dirige Bruno Michel, un campeonato de F4 para pilotas de 15 a 20 años parece ser la lápida para la primera categoría femenina global.

Sin embargo, un campeonato 'global' de F4 para chicas adosado a los fines de semana de la F1 aparece como una idea no sólo más atractiva que la W Series a todo nivel (se presume que correrían al menos dos carreras por fin de semana, por ejemplo), sino también más adecuada al objetivo de promover pilotas hacia la cúspide del automovilismo mundial.

Desde hace más de una década se viene trabajando fuertemente en la inclusión de las chicas en el karting, pero también es cierto que, a medida que se sube de categoría y de nivel (de nacional a regional, de regional a internacional; de las categorías infantiles a Junior y luego a Senior; y finalmente a F4), la presencia de las chicas, sobre todo en posiciones de privilegio, va disminuyendo. En cualquier caso, como este campeonato será Grado D (más de tres kilos por caballo de fuerza) y no Grado C (más de dos kilos por caballo  de fuerza) como la actual W Series, estará habilitado para pilotas de quince años cumplidos, con lo cual se podrá traccionar y concentrar el talento femenino del karting directamente a una categoría de alta exposición y con ingenieros y mecánicos de los experimentados equipos de las teloneras de la FIA.

La mallorquina Luna Fluxá, de 12 años, es la integrante más joven del plantel de pilotos de Mercedes, que encabezan Lewis Hamilton y George Russell.
La mallorquina Luna Fluxá, de 12 años, es la integrante más joven del plantel de pilotos de Mercedes, que encabezan Lewis Hamilton y George Russell.

Además, varias chicas de la W Series que todavía están en edad de saltar a la FIA F3, como Nerea Martí, la este año vetada por rusa Irina Sidórkova e incluso la decepcionante (en su año debut en la WS) Juju Noda podrían ser rescatadas para este torneo, dándole un núcleo de experimentadas que les marquen el nivel a las debutantes.

Sidórkova, un proyecto interesante de la W Series, truncado por la invasión de Rusia a Ucrania.
Sidórkova, un proyecto interesante de la W Series, truncado por la invasión de Rusia a Ucrania.

En cualquier caso, hay conciencia de lo difícil que es juntar una parrilla de pilotas tan jóvenes que tengan un nivel digno de ser televisado: la idea que circuló por el Paddock de COTA es que la grilla no supere las 12 o 15 conductoras. Luego habrá que ver el financiamiento de los equipos, porque si para los chicos es casi imposible juntar el palo verde necesario para subirse a un F3 (o los dos palos y medio necesarios para subirse a un F2), para las chicas se suele tornar una misión imposible.

Luego, más adelante, la FIA deberá hacerse cargo de que no es realista esperar que las pilotas de F4, Fórmula Regional, F3 y F2 compitan con los chicos con las pesadísimas direcciones y frenos de esos campeonatos: hoy, minuto a minuto, es más cansador correr una carrera de F2 que una de F1 (donde hay dirección asistida y frenos de carbono: estos no están de F3 para abajo). Recién cuando haya dirección asistida y frenos de una dureza acorde a la contextura física de una pilota podrá la FIA jactarse de dar igualdad de oportunidades a las mujeres en sus campeonatos.