La Comisión de la Fórmula 1, que integra a los distintos estamentos de la máxima (FIA, Liberty Media, equipos) aprobó disputar seis fines de semana con Sprints en 2023. El formato implica sólo sesenta minutos de prácticas realmente libres (con ‘parque abierto’) los viernes, una Clasificación tradicional a última hora del mismo día, y una práctica de una hora más el Sprint el sábado (cien kilómetros de distancia o 30 minutos más una vuelta de duración) y la carrera el domingo.

El ingenio hizo subir las ventas al máximo los viernes, el día más flojo de venta de tickets, salvo en lugares completamente locos por la F1 como Silverstone o Ciudad de México.

"La primera cita con formato Sprint de esta temporada en Imola ha resultado ser exitosa entre los aficionados y vendedores de entradas. A raíz de ello, la Fórmula 1 y los equipos han apoyado la extensión de seis eventos al Sprint para la temporada 2023, que usará el mismo sistema que este año", señala el comunicado de la FIA.

¿Por qué la FIA aprueba ahora con bombos y platillos para 2023 lo que terminó rechazando entre bambalinas para 2022 a segundos de empezar la temporada? Pues la guita, como siempre: aunque no se informa, los equipos grandes han quedado conformes con la oferta monetaria para 2023, lo que no ocurrió en las negociaciones frenéticas y bajo cuerda llevadas adelante para esta temporada.