La Argentina, clasificada ya para los octavos de final del Mundial de básquetbol de Turquía, vivió el martes su primera jornada sin partido, con la mente puesta en su rival del miércoles, Jordania, y el estado de Fabricio Oberto, recuperándose de una gastroenteritis.

En el entrenamiento de la tarde, los pupilos de Sergio Hernández prepararon sin atisbo de relajación el encuentro contra los jordanos, clave para las aspiraciones del equipo de obtener la primera posición de la llave A, que permitiría teóricamente un mejor cruce de octavos.

Oberto, que se perdió los dos último encuentros del equipo, ante Australia (74-72) y Angola (91-70), es el gran motivo de preocupación en el seno de la concentración, por la debilidad que arrastra ante unos fuertes problemas estomacales, y con gripe, que lo tienen en tratamiento médico.