No hubo lugar para ningún tipo de polémica. Toda discusión de esa índole quedó en la previa. En la cancha, Tigre mostró superioridad individual y colectiva y capacidad para la Primera División. Le ganó con total justicia 1 a 0 a Barracas Central, con gol de Cristian Zabala y obtuvo el primer ascenso.

Diego Martínez, el buen entrenador del Matador, cuenta con recursos muy interesantes. Y, especialmente durante los primeros minutos, esa capacidad marcó diferencia. En los primeros 15 su equipo generó varias aproximaciones.

La salida con pelota limpia por parte de Sebastián Prediger fue un recurso de dominio, pero no el único. Cuando el conjunto de Victoria necesitó jugar largo encontró siempre a Pablo Magnín, el mejor delantero de la categoría, que de espaldas hizo todo bien y descargó siempre con criterio para Zabala o Ijiel Protti.

Pasado ese dominio inicial, Barracas emparejó durante algunos minutos. Con esfuerzo y mucha disciplina táctica logró tapar la salida rival e incluso a fuerza de pelota parada se arrimó al arco de Gonzalo Marinelli. Pero siempre con carencia a la hora del manejo de la pelota.

Pero sobre el final de la primera mitad, la jerarquía del Matador reapareció. Hay un error en el inicio de la acción del arquero del Guapo, Maximiliano Gagliardo, que sacó largo pero bajo y se la dejó a Zabala. Sin embargo, y más allá de que el equipo quedó mal parado, el ex Quilmes recibió a 40 metros del arco. Condujo, espero y dese el borde del área sacó un zapatazo hermoso que se metió contra el palo izquierdo del arquero.

Paradójicamente, Gagliardo no debió jugar este partido. En el último encuentro ante Villa Dálmine, que también tuvo polémica, tras el 3 a 1 que sentenciaba la victoria de su equipo, le realizó gestos obscenos al banco rival. Pablo Dóvalo no lo vio, los asistentes no lo ayudaron y tampoco se actuó de oficio, por lo que no fue suspendido.

En la segunda mitad, Tigre controló el partido a placer, lejos del arco rival pero también lejos del propio. La experiencia de sus futbolistas, algunos de los cuales fueron campeones en Primera, como Prediger, Marinelli o Lucas Menossi, fue determinante para no sufrir sobresaltos.

También incidió la baja capacidad de creación que tuvo el conjunto dirigido por Rodolfo De Paoli, al que le faltó futbol durante todo el encuentro. Tendrá que recuperarse mentalmente para su segunda oportunidad en el reducido, donde también hay varios equipos que juegan muy bien.

El equipo de Victoria vuelve a Primera. Increíblemente, descendió en 2019 y luego fue campeón de uno de los tantos esperpentos de la Primera División argentina: La Copa de la Superliga. Desde aquel equipo conducido por Néstor Gorosito que desplegaba tan buen juego, Tigre nunca perdió su esencia, más allá de los cambios de nombres, hasta este retorno a la categoría máxima.