Andrés Iniesta la descosió en el mejor Barcelona de Pep Guardiola, junto a figuras como Xavi, nuestro Lionel Messi y otros enormes jugadores. Pero el fútbol no es la única faceta exitosa de la vida profesional de Iniesta.

Luego de 22 años en el Barcelona, en 2018 se mudó a Japón con un contrato con el Vissel Kobe, donde juega desde entonces y lo hará durante al menos un par de años más: el pasado mes de abril, cuando cumplió 37 años, el futbolista firmó una ampliación de contrato por 30 millones de dólares (25,5 millones de euros) anuales, que le mantendrá en el club hasta 2023, explica Forbes.

Esta cantidad supone, según la estimación de la publicación, cerca del 90% de sus ingresos totales en 2021. El resto de sus ganancias provienen de patrocinios con marcas como Asics o Nissan, y de sus negocios más allá del fútbol.

En total, FORBES valora la fortuna de Iniesta en 35 millones de dólares (29,83 millones de euros), lo que lo coloca en la séptima posición de la lista de los futbolistas mejor pagados del mundo (y es el único español entre los 10 primeros)

Su presencia en Japón le ha servido como trampolín para su marca personal y sus negocios. Es imagen principal de Rakuten, firma de la que es fundador Hiroshi Mikitani, presidente a su vez del Vissel Kobe, y socio de Gerard Piqué en alguno de sus negocios millonarios.

Además su relación con Mikitani le ha servido para abrir una nueva vía comercial para uno de sus negocios más famosos: las Bodegas Iniesta, cuyas cuentas no son información pública, dado que se trata de una Sociedad Civil.

En su contrato con el club japonés, Mikitani se compromete a hacerse cargo de parte de la producción de vino de las bodegas, todo un empuje para el gran negocio familiar del manchego. Estos vinos de origen español han tenido muy buena acogida en Japón y se están comercializando con un gran valor. Tanto es así que, en marzo de 2021, su vino Corazón Loco Selección fue galardonado con la medalla de doble oro, una de las más altas distinciones del certamen SAKURA Japan Women’s Wine Awards, cuenta Forbes.

Otra de las compañías más importantes del deportista es Maresyterey, una empresa familiar que fundó a finales de 2001 para desempeñar actividades inmobiliarias. Según los últimos datos disponibles del Registro Mercantil, en 2018, la compañía contaba con unos activos de 36,6 millones de euros (y facturó 9,7 millones de euros).

Además, su lado emprendedor nunca deja de sorprender. Después de ser imagen de Nike durante años —y cambiar su contrato por uno con Asics, tras aterrizar en Japón—, el futbolista decidió lanzar Mikakus, su propia marca de zapatillas junto a su mujer, Anna Ortiz.

«Hace años que tenía en la cabeza hacer algo de bambas. Surgió Mikakus, la firma se fue consolidando, entró Anna en el equipo y trabajamos juntos a nivel de imagen y ella también en el departamento de producto. Por ahora yo no diseño«, confesó el futbolista a la revista Vanity Fair. Mikakus, marca perteneciente a la Sociedad Limitada Pukmal Items, cerró el ejercicio de 2019 con una facturación de 580.772 de euros.

Está claro, Iniesta continúa cosechando éxitos en Japón gracias al fútbol y los patrocinios, pero también a los negocios que poco a poco va ampliando.