Gianni Infantino no renuncia a su idea de jugar un Mundial de fútbol cada dos años, en lugar de cada cuatro. A pesar de que todas las encuestas dan que el mayor porcentaje de hinchas prefiere mantener las cosas como están, el presidente de la FIFA insiste con su lucrativa idea y para eso busca juntar apoyo de diversas federaciones. El domingo por la noche llegó a la Argentina y este lunes se reúne en Ezeiza con Claudio Tapia.

La entidad que rige al fútbol mundial continúa con su proyecto para hacer más dinero en el corto plazo a riesgo de matar a la gallina de los huevos de oro. Infantino ha mandado a relevar la cantidad de hinchas interesados en esta iniciativa y los resultados son decididamente negativos, pero desde FIFA se empeñan en mostrar aquellos números que le son más favorables.

Se amparan en que de 15 mil hinchas encuestados, poco más de la mitad se mostraron a favor de que los Mundiales se realicen más frecuentemente, lo que realmente, en una encuesta realizada por el propio Infantino, parece más una derrota que una victoria. También sostienen que la opción más elegida entre los que quieren un Mundial más frecuente es que se realice cada dos años.

Sin embargo, al ir a la pregunta que importa, es decir, cada cuánto tiempo quiere cada hincha que se realice una competencia de esta índole, la respuesta más votada es cada cuatro años, tal como sucede en la actualidad, con el 45%. Entre las opciones de hacerlo una vez por año, cada dos años y cada tres, juntan el restante 55%.

Más allá de eso y del notorio contrapunto planteado por algunas federaciones nacionales, Infantino sigue a la búsqueda de sumar aliados. El pasado sábado, estuvo en Caracas y recibió el apoyo del polémico Nicolás Maduro para su iniciativa. Un detalle importante para entender el envión dado por el presidente de Venezuela es cuantas veces su país ha jugador el Mundial de fútbol: cero (0).

En ese marco y con la circunstancia para nada menor de que la FIFA debe tomar en los próximos días una decisión en primera instancia respecto a lo sucedido en el duelo jugado en San Pablo entre Brasil y Argentina que terminó con el escandalo de migraciones, el presidente de esa entidad está en nuestro país y busca el respaldo del presidente de la AFA.