Es increíble que un gigante del mundo como lo es Independiente deba atravesar una situación tan penosa. A la catástrofe institucional a la que la gestión actual ha sumido al club hay que sumarle las desprolijidades y manchas históricas a las que lo somete en la actualidad, en la búsqueda de conservar un poder que detenta pero que no ejerce.

El Rey de Copas está sumido en un caos infernal de prohibiciones a opositores, enfrentamientos entre su gente, patotas que defienden a los ricos y poderosos y el consecuente miedo a poder expresarse.

El temor de los socios

La gestión de Hugo Moyano es masivamente repudiada por los hinchas del conjunto de Avellaneda. Se observa tal cuestión en las calles, en las redes sociales, en cada encuesta que se realiza y hasta en la cancha... pero bajito. Es que en las inmediaciones del Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini reina y se percibe el miedo.

"Hazte fama y échate a dormir", dice el dicho popular, pero en este caso no es tan sólo un miedo abstracto a la figura a la que se combate, sino un miedo real y concreto. Cuando los hinchas de Independiente se expresan en el estadio en contra de la actual comisión directiva, los cánticos de la barrabrava incrementan curiosamente su volumen y tapan a la gente. También la voz del estadio suele realizar recomendaciones poco coherentes en momentos clave, en los que la gente repudia a la gestión Moyano.

Como si eso fuera poco, ha habido enfrentamientos entre hinchas comunes y los violentos que viven del club por este tipo de cantos. Por ejemplo, en el partido ante Boca, en el cual varias personas ubicadas en la tribuna Pavoni denunciaron amenazas de barras con bengalas ante el repudio a la comisión. Este tipo de cuestiones habían sucedido también en el pasado, en esta misma gestión, con infiltrados en las plateas.

Todo, además, con el recuerdo muy fresco de lo sucedido en la gestión de Javier Cantero, en la que hubo permanentes cruces y episodios violentos entre los hinchas genuinos y los remunerados, algo que nadie quiere volver a vivir.

Tampoco es sencilla la interacción cara a cara. Ningún socio puede acercarse a dialogar o pedir explicación alguna a los miembros de la comisión directiva. El escenario siempre es el mismo: los dirigentes de origen sindical se mueven con custodias, formales o informales, de personas que amedrentan a todo aquel que intente cuestionarle a los protagonistas alguna de las medidas u omisiones que han llevado al club a la ruina.

Sucedió en el pasado puntualmente con Hugo Moyano, que se refirió a los hinchas que cantaban en su contra como "cuatro gansos" e incluso tuvo un cruce directo con un fanático puntual que le reprochó de manera por demás respetuosa que defina como "boludos" a aquellos que manifestaron en su contra. La cuestión se desmadró y la persona en cuestión fue empujada y corrida del eje mientras Moyano esbozaba excusas y varios "reidores" lo vitoreaban.

Tras el partido con San Lorenzo pasó algo similar con Héctor "Yoyo" Maldonado. Un hincha lo increpó, el candidato a secretario general del club para la próxima elección respondió con violencia y enseguida el joven simpatizante fue corrido por unos cinco o seis hombres que estaban cerca de Maldonado, que le tiraban golpes y patadas. ¿Cuál fue la resolución del conflicto? el hincha terminó detenido por la policía. Difícil no tener miedo en esas condiciones.

La prohibición y las listas "amigas"

A 13 días de que se celebren elecciones en la institución, la principal y única lista opositora real fue impugnada y salvo una resolución judicial en contrario no podrá competir en las elecciones. Además de la lista que encabeza Hugo Moyano, se aprobó la candidatura de Claudio Rudecindo, por la agrupación Gente de Independiente, que tiene como socio fundador a Andrés Ducatenzeiler.

Ducatenzeiler fue presidente de Independiente entre fines de 2002 y 2005. Su gestión terminó en escándalo, con la AFA que intentó suspenderlo de su actividad en el club por las brutales deudas que había contraído, que casi impiden que el Rojo participe del Apertura 2004. Finalmente debió ser internado en un instituto psiquiátrico y se alejó un tiempo largo de la institución.

Regresó a la escena hace no mucho tiempo, como un acérrimo opositor a la gestión de Moyano. Lo criticó despiadadamente, aunque con fundamento, durante más de un año. Pero el 4 de septiembre del 2021 fue invitado a una reunión por Pablo Moyano, hijo de Hugo y, tan solo formalmente, vicepresidente de Independiente. Se juntaron en los palcos del estadio que se ubican tras la tribuna Santoro y luego de ese diálogo la postura del ex presidente cambió.

Ducatenzeiler comenzó a ser mucho más benevolente con el moyanismo y empezó a apuntar sus cañones a otros opositores, como si fueran los que realmente gobiernan el club. Hoy su principal foco de críticas es Fabián Doman, candidato de Unidad Independiente, pero nadie del oficialismo.

La prohibición a una lista opositora

Todo esto deriva en el mayor problema actual: una lista opositora, la única real, la de más chances de ganar, fue prohibida. Los pormenores jurídicos respecto de si la impugnación de Unidad Independiente, la lista de Doman, es formalmente correcta, queda en manos de la Justicia. Lo cierto es que si bien los opositores debieron ser mucho más cuidadosos con lo burocrático entendiendo contra quien competían, hay muchas cosas para resaltar.

En primer lugar, el espíritu democrático que impera en todo proceso eleccionario. Ya sea en una elección nacional, provincial, municipal o de autoridades de una asociación civil, como en este caso, siempre rige el principio de la participación. Las cuestiones de papeles nunca pueden quitarle al elector variantes; es indefendible que se conspire contra la democracia.

Por otro lado, el acto eleccionario, de acuerdo al estatuto del Rojo, debe ser fiscalizado por una Comisión Electoral integrada por el presidente y seis representantes de socios que representen proporcionalmente a las diversas agrupaciones del club. En este caso, cinco pertenecen a la agrupación de Moyano, pero el restante... también. Es que el elegido para integrar la comisión por la "oposición" fue Alejandro Vilariño, ex Lista Roja que ahora figura como representante de socios de Agrupación Independiente, la de los Moyano.

Para agregarle seriedad al asunto, otros miembros de la Comisión Electoral se dedicaron en la semana previa a la impugnación de la lista de Doman, a twittear en contra del ex conductor de TV y a favor de la comisión actual, incluso burlándose de los hinchas y anticipando parte del escándalo.

La cuestión probablemente se judicialice y a partir de allí habrá que ver quienes pueden participar de las elecciones. Lo concreto es que el día establecido para que los socios del Rey de Copas voten era el 19 de diciembre y cabe la posibilidad de que se pase para más adelante. De esa manera se benefician los Moyano, no sólo porque se votaría entre las fiestas o en enero, donde participará mucha menos gente, sino porque, de facto, Hugo ejercerá la presidencia del club por más tiempo que por el que fue elegido.