El año de Independiente, pobre desde todo punto de vista, pende de un sólo objetivo. Pero, por ahora, esa ilusión persiste. Por los octavos de final de la Copa Argentina, el Rojo derrotó a Vélez por 2 a 0 en Jujuy. Leandro Fernández, que volvió a tener un gran partido, y Leandro Benegas convirtieron los goles.

El conjunto de Avellaneda superó a su rival de punta a punta. Prácticamente no mostró fisuras: presionó con mucha intensidad, involucró a sus delanteros en la marca y mostró mucha movilidad con sus atacantes.

A los 12 minutos de juego consiguió ponerse en ventaja a partir de un golazo de Fernández. El delantero recibió sobre la izquierda, se acomodó y sacó un zurdazo cruzado y rasante, que pegó en el palo y entró. 

Desde entonces, el equipo de Julio César Falcioni generó incluso más. Tuvo cuatro chances de gol muy claras para ampliar el marcador. Tres de ellas fueron generadas por el propio Fernández y una por Damián Batallini, y todas las desperdició Benegas, que llegó a este duelo falto de goles.

Al Fortín todo le costó muchísimo. Superar la mitad de la cancha le resultó todo un inconveniente a partir del enorme gasto físico que hizo su rival para apurarlo en esa zona. En defensa sufrió, en el medio nunca pudo controlar el juego y en ataque casi no tuvo intervenciones. Recién a los 46 minutos generó su primera aproximación a partir de un tiro libre de Luca Orellano que sacó Milton Álvarez.

Contrario a lo que solía sucederle, en la segunda mitad el Rey de Copas no salió a esperar ni a refugiarse, sino a definir la historia, y tuvo su premio. A los 11, tras una de las tantas recuperaciones que consiguió en la salida rival, Iván Marcone se la dio a Benegas que encabezó el ataque y en el momento justo intentó asistir a Fernández. 

El ex atacante de Godoy Cruz llegó apurado por Leonardo Jara y ante un empujón se pasó de largo. Pero ese movimiento desconcertó al arquero Leonardo Burián que calculó mal y la pelota se le filtró. Después de seis partidos sin poder convertir, Benegas regresó al gol con un intento de asistencia.

El equipo de Alexander Medina nunca tuvo claridad para buscar el descuento. Ni siquiera cuando su rival, agotado físicamente, le entregó la pelota y lo invitó a atacarlo. No tuvo chances reales de convertir un gol y mucho menos de llegar al empate.

Independiente jugará los cuartos de final de la Copa Argentina por segunda vez en su historia. La anterior cayó ante Lanús, cuando lo dirigía Sebastián Beccacece y con un espantoso arbitraje de Néstor Pitana. Ahora deberá enfrentar a Talleres, en Chaco, el miércoles 28 de septiembre a las 14.