La semanita de Boca no tuvo desperdicio: eliminación con robo en Brasil frente a Mineiro, batalla campal en los vestuarios con la seguridad de los brasileños, doce horas declarando en la comisaría, llegada al país con aislamiento, negativa de la Liga Profesional a posponer el partido, y negativa del Ministerio de Salud a autorizar un corredor sanitario para poder jugar con titulares.