Lewis Hamilton tuvo un año que querrá olvidar. Después de perder el mundial de Fórmula 1 con joven Max Verstappen que contaba con un auto inferior, especialmente la segunda mitad del torneo, le tocó volver a perder, en este caso en la categoría Extreme E, donde compiten pilotos de primer nivel con vehículos SUV eléctricos.

El drama de Ham, se multiplica porque su vencedor, fue nada menos que Nico Rosberg, quien en 2016, le arrebató el campeonato mundial de Fórmula 1. El alemán en aquel momento, también le quitó el título al inglés en la última fecha en el circuito de Abu Dhabi.

Luego de someter a Hamilton, Rosberg se retiró de la máxima catagoría pero siguió compitiendo en otras menores pero de alto impacto como la Extreme E, donde aprovechó para volver a darle un golpe a su rival, que ya venía groggy.