Para Boca era una prueba difícil y la superó claramente, aunque necesitó de una mano gigantesca del árbitro Kevin Ortega para ganar. El Xeneize jugó mejor que Always Ready pero le ganó 1 a 0 gracias a un penal completamente absurdo que sancionó el juez. Eduardo Salvio, desde los doce pasos, marcó el tanto para el triunfo en La Paz.

El equipo de Sebastián Battaglia dio la talla. No pareció sufrir casi nada los efectos de la altura, tuvo dinámica, concentración e inteligencia para los diferentes momentos del partido. Durante buena parte del primer tiempo, así como sobre el final, manejó la pelota y los tiempos del partido.

El equipo local mostró carencias sustanciales desde el punto de vista técnico. Le costó horrores mantener la pelota, pero no tanto por la presión rival, sino por defectos para controlarla y dar pases fáciles. 

Las mejores jugadas del equipo argentino fueron mediante pases largos. Tanto Luis Vázquez como Salvio complicaron mucho con piques al vacío ante una defensa desarmada que marcó demasiado en línea. Pero el tanto que marcó la diferencia en el resultado fue producto de una acción bochornosa.

A los 32 minutos Óscar Romero le puso una pelota fabulosa a Salvio de larga distancia. El ex Lanús se fue mano a mano con el arquero, pero controló muy largo y terminó chocándolo. Osorio, sin sentido alguno cobró un penal que nadie más pudo haber visto nunca. El propio Salvio, que fue el mejor de la cancha, se hizo cargo de la ejecución, le dio fuerte al medio y convirtió.

En el inicio de la segunda mitad, el equipo boliviano insinuó una mejora. Los ingresos de Alejandro Chumacero y Marcos Riquelme le dieron algo más de jerarquía y consiguió hilvanar dos jugadas de riesgo. Primero, el delantero argentino metió un cabezazo cruzado que se fue muy cerca del segundo palo tras un centro de Marc Enoumba y luego, de un córner, una carambola pudo ser el empate.

Pero pasados esos 10 minutos de empuje, el dominio volvió a ser del conjunto de La Ribera, que manejó los tiempos sin sobresaltos y hasta tuvo un par de oportunidades para convertir algún tanto más. 

Además, el Albirrojo se quedó con un futbolista menos a falta de cinco minutos, producto de la expulsión del colombiano Mauricio Cortés. El delantero primero le dio una patada en la cabeza a Frank Fabra en el piso y luego se levantó y en medio del tumulto también pateó a Pol Fernández.

Boca ganó y se acomodó muchísimo en el Grupo E. De hecho, hasta este partido estaba en la última colocación y gracias a su triunfo y al empate 0 a 0 del Deportivo Cali ante Corinthians pasó al segundo lugar y entró en puestos de clasificación a los octavos de final.