Los resultados que Boca ha conseguido en el 2022 son claramente superiores a los que por funcionamiento mereció. El Xeneize está en una crisis futbolística, no muestra absolutamente nada desde lo colectivo y sufre contra rivales inferiores. En este caso igualó 1 a 1 en La Bombonera ante Godoy Cruz, que lo superó claramente. Darío Benedetto abrió la cuenta a partir de un penal mal sancionado y Salomón Rodríguez empató.

El equipo de Sebastián Battaglia fue claramente de mayor a menor. Durante los primeros minutos el partido fue abierto y disputado, pero ambos estuvieron en condiciones de generar juego. Con Benedetto casi de enganche y algunas apariciones fugaces de Juan Ramírez, pudo hilvanar un par de pases consecutivos en campo rival.

De todas maneras, las chances de gol fueron todas del visitante. En 15 minutos tuvo dos muy claras: primero a partir de un taco de Néstor Breitenbruch tras un córner que contuvo Javier García y luego una buena jugada en la que también de taco Ezequiel Bullaude dejó mano a mano a Gonzalo Ábrego, quien definió demasiado al medio.

En ese contexto que no era bueno pero tampoco tan malo apareció Hernán Mastrangelo al rescate. Luis Vázquez capturó la pelota en el sector izquierdo del área e hizo lo imposible por enredarse con Gianluca Ferrari. El defensor no fue lo suficientemente astuto como para comprender en qué cancha estaba jugando y bajo que contexto y no hizo lo que debía: alejarse inmediatamente para no dar pie a controversia.

El árbitro no dudó un instante y sancionó penal ante la caída del ex atacante de Patronato. Benedetto se hizo cargo y fiel a su estilo sacó un remate violentísimo que se hizo inatajable para Juan Espínola.

Pero luego de ponerse en ventaja, en lugar de aprovechar el regalo arbitral, el conjunto de La Ribera desapareció del partido. El Tomba pasó a dominarlo totalmente y le generó muchas situaciones de gol. Enseguida lo tuvo Rodríguez, tras un gran pase de Ojeda, pero García, la figura de la cancha, lo apuró y lo forzó a definir hacia afuera. Los jugadores visitantes reclamaron penal, pero si bien hubo un contacto de Marcos Rojo con el delantero, se produjo cuando la pelota ya había salido.

El equipo de la dupla de Favio Orsi y Sergio Gómez siguió como dominador y enseguida empató. Triangularon muy bien Bullaude, Ojeda y Breitenbruch y el ex defensor de Independiente metió un gran centro bajo desde la derecha que, ante la inacción de la defensa local, aprovechó Rodríguez por el segundo palo.

En la segunda mitad también fue todo del conjunto mendocino que creó no menos de cinco situaciones de gol de absoluta claridad. Por ejemplo, un zurdazo de Rodríguez de afuera del área y un tiro en el travesaño de Ojeda tras un gran pase de Guillermo Ortíz. 

Boca jugó verdaderamente muy mal. Los retrocesos ante cada contragolpe fueron muy desarticulados, la velocidad de Rojo no parece adecuada para un equipo que muchas veces planta a sus centrales en mitad de cancha, Pol Fernández carece de quite pero además no tuvo un buen partido en la distribución y Sebastián Villa, el mejor del equipo, corrido de izquierda a derecha por el entrenador, fue intrascendente.

Sobre el final los equipos se partieron y pudo ser para cualquiera. El local tuvo alguno generada por Exequiel Zeballos, que entró con cierto empuje, pero más y mucho más nítidas tuvo el visitante. Ojeda se perdió un mano a mano irrepetible, con tiempo y espacio y en la acción siguiente García tuvo una doble tapada descomunal ante un cabezazo de Ortíz primero y luego ante un remate de Badaloni. Como si fuese poco, tras la resistencia ofrecida por el arquero recorrió la línea y salió.

Godoy Cruz perdió una oportunidad inmejorable de ganar en La Bombonera ante un rival pobrísimo. Boca debe agradecerle infinitamente a García por todo lo que atajó pero también al azar de los fallos arbitrales que lo beneficiaron y que perjudicaron a Colón el martes. De otro modo estaría fuera de la zona de clasificación y en una crisis mucho más profunda.