Como siempre en temporada baja después de un monumental fracaso, Ferrari vende mucho humo antes de que empiecen a rodar los autos. A fines del año pasado avisó que, tras solucionar los problemas de fiabilidad en su motor que los obligaron toda la segunda parte de la temporada a quedar en inferioridad en las rectas en relación a Red Bull, este año podrá aplicar 30 caballos de fuerza más al coche rojo.

Además, según dejó trascender La Gazzetta dello Sport, la Ferrari de 2023 pesará 796 kilos, tres kilos menos que su antecesora y dos menos que el peso mínimo de los autos de F1. Ello permitiría mejorar el equilibrio del auto reubicando los lastres para llegar al peso mínimo. Sin embargo, Motorsport.com contrastó otras filtraciones de directivos de Ferrari, que admiten que esta supuesta pérdida de peso se validará cuando finalmente monten todo el auto, incluido el motor.

La Scuderia también mejoró los pontones laterales en relación a 2022, tanto para mejorar la eficiencia aerodinámica cuanto para reducir el drag en recta, factor fundamental en autos tan pesados. La verdad comenzará a saberse desde el 14 de febrero, cuando Ferrari presente a su nuevo bebé, ya con Frédéric Vasseur oficialmente como jefe de equipo.