Ferrari extrema las medidas para cerrar la brecha con Red Bull evidente desde Emilia Romagna. Así, quitará la capa de pintura transparente que le otorga el brillo característico a su coche, con lo que se esperan cambios de tonalidad en su máquina. El objetivo es sacar setecientos gramos al peso final del auto; Red Bull se sacó 8 kilos de encima en Imola y desde entonces dominó tiránicamente en ritmo de carrera.

Además, la Scuderia realizará este viernes en Monza un filming day con Charles Leclerc. Así, agotará al inicio del año los dos días habilitados por la FIA para esquivar la prohibición de ensayos privados. Aprovechará la jornada para testear las mejoras masivas que usarán el próximo fin de semana en Barcelona-Catalunya, con el objetivo de mejorar la velocidad punta, la mayor carencia del coche rojo.

El director de Ferrari, Mattia Binotto, cifra en dos décimas de segundo la diferencia entre Red Bull y la Scuderia.  "No creo que la diferencia sea enorme. Es cuestión de máximo un par de décimas de segundo y no deberíamos olvidar que en Miami bloqueamos la primera línea. En clasificación tuvimos un rendimiento mejor en comparación con Red Bull así que, en general, en un fin de semana, no creo que haya mucha diferencia entre el Red Bull y el Ferrari", recordó.

Para el suizo, "Si hay una preocupación es cuánto están desarrollando teniendo en cuenta el techo presupuestario. Pero más que una preocupación, quizás es una esperanza porque en algún momento tendrán que parar”, agregó Binotto. Para Leclerc, lo más preocupante es el nivel de degradación que está sufriendo Ferrari. Se dio vuelta completamente la situación de las primeras dos carreras, en las que los italianos cuidaban mejor los neumáticos; ahora los calientan más rápido, pero también los revientan más rápido.