Este viernes a las 6.30 de nuestro país comienza a entrenar la Fórmula 1 de cara al GP de Hungría, el último antes del parate veraniego (estival) de tres fines de semana. Max Verstappen llega con sólo 8 puntos de ventaja producto de su abandono en Gran Bretaña, y en medio de una apelación de Red Bull sobre la (inocua) sanción a Lewis Hamilton de la que no se espera demasiado. A las 10 será el segundo entrenamiento; el sábado a las 7 nuestras, la P3, y a las 10 de la mañana la Clasificación. El GP se disputará el domingo desde la misma hora que la Qualy.

Los organizadores de la carrera abrirán las tribunas a personas con PCR negativo o certificado de inmunidad, aunque no se espera juntar 140 mil espectadores el domingo, como ocurrió con el erudito hasta la demencia público inglés (el sábado, las tribunas estuvieron prácticamente llenas incluso para ver a la F2 y la W Series).

Pirelli trae a este circuito sus compuestos de neumáticos 2, 3 y 4 (la gama media de las tres posibles entre los cinco compuestos que fabrica para piso seco). Es un circuito que antiguamente se corría con una carga aerodinámica casi tan alta como Montecarlo, con constantes pequeñas curvas que estresan los neumáticos delanteros; esto podría ser una catástrofe para Ferrari, pero Pirelli ya inauguró en Gran Bretaña sus gomas con carcasa más dura, y los problemas de Maranello (y de Mercedes) en ese orden parecen haber disminuido.

En este contexto, el español Carlos Sainz Jr. advirtió que la pista cercana a Budapest "se ha convertido en una de velocidad media a alta" debido a la altísima eficiencia aerodinámica de estos coches. "En el segundo sector vas en cuarta o en quinta todo el tiempo. No es una pista pura de baja velocidad, como solía ser en el pasado", alertó Sainz.

En este contexto, el motor tendrá una mayor injerencia en el rendimiento de la que podría ser obvia viendo carreras en Hungría anteriores al último lustro, aunque no sea tan alta como en el GP pasado. La adherencia mecánica (en una pista que además suele ser muy sucia: los pilotos se salen bastante de la cinta asfáltica durante todo el fin de semana) también será clave.

Pero el estrés de los neumáticos delanteros podría propiciar una segunda parada y darle la victoria al audaz (como hicieron hace poco Hamilton en España y Verstappen en Francia), o una parva de puntos en el caso de la apretadísima zona media.

            Otras novedades del Gran Circo

1) Este fin de semana, la F1 es teloneada por la F3. La categoría de bronce del Gran Circo sigue siendo lo más nutrido en talentos de la Pirámide FIA: Tsunoda fue noveno en F3, y al año siguiente peleó el campeonato en la F2; es más difícil meterse en el Top Ten en la tercera categoría (con 30 autos) que en la segunda del Mundo FIA (todavía habitada por demasiados pilotos de pago que se saltean la F3: no debería ser posible algo así).

2) Nada más llegar a Hungría, Lewis Hamilton tachó de "cobarde" la ley antiLGBTQ+ sancionada recientemente en el país magiar. La norma veta contenidos que nombren la homosexualidad en las escuelas. "Todo el mundo debería tener libertad para amar", proclamó el séptuple campeón del mundo.

3) Alpine, claramente 'descalzado' de la lucha del segundo pelotón, ya entregó el 2021 y está completamente centrado en el auto de 2022, con el mayor cambio reglamentario que se recuerde. Habrá que afrontarlo con un bolsillo limitado por el acuerdo de reducción de gastos promovido por la FIA, pero también por bolsillos flacos de Alpine, que nunca deliró la guita en F1 ni siquiera para ser campeón del mundo con Alonso hace 15 años.

4) Arabia Saudita, que estrenará a fin de temporada su Gran Premio en el callejero de Jedda (no la de Star Wars), ya se propone para reemplazar la carrera caída de noviembre y tener dos carreras en 2021. Desde los pasillos de la F1 ya insinuaron que se correrían dos carreras en Bahréin (usando en una de ellas el circuito 'exterior' que dio una carrera tan loca el año pasado). También Qatar, como se informó ayer, se postula para formar parte de ese último tramo de carreras en Oriente. En los países árabes dan por hecho un acuerdo con Doha, pero no hay anuncios oficiales.