Las negociaciones de la marca alemana con McLaren de cara a 2026 parecen más lejos que nunca de concretarse de acuerdo a las intenciones del consorcio alemán Volkswagen. Pese a elevar su oferta de 450 a 650 millones de euros, los alemanes siguen muy lejos de las pretensiones de los accionistas de la escudería alemana, y difícilmente remonten.

Sin embargo, candidatos al holding alemán para sumar sus motores no faltan: hubo versiones de negociaciones con Sauber (actualmente con el nombre comercial ‘Alfa Romeo’) y se charla con Williams. Las dos marcas son apetecibles para un posible comprador pues no son meramente equipos de F1, sino que poseen compañías adyacentes de desarrollo tecnológico que también hacen al negocio fuera del automovilismo deportivo.

Sin embargo, Audi también está en conversaciones con Aston Martin, la antigua escudería conocida como Racing Point / Force India y comprada por el magnate canadiense Lawrence Stroll para que su hijo Lance pueda correr en F1. El patriarca de los Stroll confirmó la versión en una charla con inversores. "¿Nos ha contactado Audi? Sí. ¿Y estamos muy contentos con nuestra colaboración con Mercedes? Sí. El mundo de la Fórmula 1 está lleno de estas historias", admitió luego ante la publicación italiana Autosprint.

Como se dijo en su momento en Continental Web, Stroll, guiado por la pasión automovilística de él y de su hijo, compró al equipo más eficiente de la última década de la F1 en términos de presupuesto/logros. Sin embargo, como su antecesora Jordan, sus mejores años se debieron más al vacío causado por la crisis del 'segundo pelotón' de la F1 que a un nivel superador de la propia escudería. Justo en el momento en que Stroll compraba Racing Point, estaban volviendo a su nivel equipos como McLaren y Renault (ahora renombrada Alpine), con lo que le iba a resultar difícil a Aston Martin, incluso duplicando su inversión, siquiera mantenerse en torno al cuarto o quinto puesto que fue su piso en los últimos años.

Sin embargo, Stroll sigue firme en su intención de convertir a Aston Martin en un equipo puntero. Recientemente, renunció su jefe ejecutivo, Tobias Moers, por ‘diferencias estratégicas’ con el dueño del equipo, y fue reemplazado por Amedo Felisa, hombre ligado por su pasado a Ferrari (Stroll padre es uno de los mayores coleccionistas de la marca italiana). 

Ahora bien, Audi parece estar buscando en primer término un equipo para comprar, al menos en parte, y que disponga (como McLaren, Williams y Sauber) de empresas tecnológicas ligadas a la propia F1, pero con expertise para inversiones ajenas al deporte motor. Y Stroll, como se dijo, no parece dispuesto a vender o a quedar en condición de segundo accionista. ¿Mi intuición? Tienen más chances de acordar con Audi los equipos Sauber y Williams, en ese orden, que Aston Martin.