La Fórmula 1 no para de rosquear frenéticamente ni durante sus vacaciones invernales, y ahora peligra el peor y más aburrido engendro híbrido inventado por Liberty Media: las Clasificaciones al Sprint.

“Y todo es por la guita, la maldita guita”, como decía el personaje de Joe Pesci en el clásico de Scorsese ‘Casino’. ¿Cuál es el problema? Los equipos grandes pretenden usar los Sprints como excusa para subir el techo presupuestario, que este año baja otros cinco millones de euros.