Pensando en objetivos estratégicos a mediano plazo como la sostenibilidad ecológica y financiera, la FIA decidió que las mantas para calentar los neumáticos desaparecerán completamente en 2024. En ellas se va mucho dinero de los equipos, pero salir en un F1 de más de ochocientos kilos con gomas frías puede provocar una catástrofe, por lo que la máxima irá quitando las mantas paulatinamente.

En 2021 ya se bajó a cien grados centígrados la temperatura permitida para los neumáticos delanteros y de ochenta para las mantas de los neumáticos traseros. En 2022 se reducen todas las mantas a un máximo de setenta grados, y se redujo a la mitad del número de mantas permitidas (de 40 a 20). 

Mario Isola, dirigente de Pirelli para la F1, explicó a la publicación alemana Auto Motor und Sport que la obliteración de las mantas térmicas implica “diseñar un neumático completamente nuevo. No basta construir nuevas mezclas con un rango de trabajo (de temperaturas) más amplio. "Los coches de Fórmula 1 son tan rápidos y generan fuerzas tan grandes que las presiones aumentan de diez a 12 PSI mientras se pilota. Esto cambia toda la banda de rodadura y la superficie de contacto del neumático", puntualizó.

"El aumento de la presión es dos veces mayor que en la Fórmula 2. Debido a las altas cargas, no podemos comenzar con 15 PSI en F1. Entonces los pilotos tendrían que tomárselo con calma al comienzo de un stint y aumentar la temperatura de los neumáticos lentamente. Por supuesto, eso no sirve para una carrera. Por lo tanto, debemos comenzar con 20 o 21 PSI. La presión sube rápidamente hasta más de 30 PSI", precisó Isola.

Por todo ello, en 2023 los neumáticos podrán calentarse a cincuenta grados como máximo. “Esto también aumenta las diferencias de presión dentro de los stints. Damos pequeños pasos para que nada salga mal ni el espectáculo sufra. Este año los neumáticos están funcionando muy bien. Por supuesto, éste debería seguir siendo el caso si abolimos las mantas eléctricas por completo”, añadió Isola.