Lewis Hamilton ya no está entre los diez deportistas mejor pagos del mundo, atestigua el ranking de la revista Forbes. Lewis estuvo en el Top Ten en 2017 y 2021 (décimo y octavo respectivamente).

Contra lo que pudiera creerse, los pilotos de F1 (salvo nunca más de cuatro o cinco excepciones) no cobran al nivel de las superestrellas del deporte mundial. De creer a las publicaciones sobre Nascar, la mayoría de los pilotos del campeonato nacional de stock cars de Estados Unidos ganan más que la mayoría de los pilotos de F1 (aunque ninguno en los niveles de Ham, claro).

La lista es liderada por nuestro Lionel Messi, con otras auténticas leyendas como LeBron James, Cristiano Ronaldo, Roger Federer o Tom Brady (jugador de la NFL).

Sin embargo, lo más preocupante para el heptacampeón es lo que acaba de confesar Mike Elliott, jefe de Tecnología de Mercedes: “Todavía no comprendemos la diverengia de rendimiento en Miami entre viernes y sábado”. El viernes, Russell lideró una Práctica completamente atípica (Max no marcó tiempos, Leclerc arruinó o le arruinaron sus mejores vueltas con Blandos), con Hamilton cuarto y muy cerca.

Sin embargo, esos números vistos de cerca ya decían que posiciones tan encumbradas en la parrilla no iban a ser sostenibles cuando Red Bull y Ferrari pusieran todo. De manera que en realidad, con las mejoras que presentó Mercedes para el fin de semana en la Florida, estuvieron en el mismo lugar que el resto del año: mezclados con el segundo pelotón en Clasificación, terceros en tierra de nadie en ritmo de carrera (con permiso del Alfa Romeo del torpe Bottas).
 

Elliott dice: "Entre el viernes y el sábado habremos hecho algunos cambios y en realidad esos cambios fueron bastante menores, pero también hubo cambios en las condiciones y necesitamos revisar todos esos datos, extraer toda la comprensión que podamos de eso y usarlos para seguir adelante en las próximas dos carreras". Quizá fue clave la baja de unos grados en la temperatura entre viernes y sábado...

              Problemas en Mercedes

Sin embargo, el viernes no presentaron 'marsopeo' evidente en su auto (y eso fue lo más esperanzador para el equipo alemán el ese viernes), y el sábado Russell y Hamilton anduvieron a los cabezazos, que no remitieron el domingo.

"Recopilamos muchos datos el viernes cuando tuvimos un gran desempeño y recopilamos datos a lo largo de la carrera y, como siempre, los ingenieros están analizando eso, adquiriendo comprensión. Aunque en este momento estamos un poco rezagados con eso, hay una gran cantidad de esfuerzo, una gran cantidad de trabajo tratando de entender cómo mejoramos el automóvil, cómo encontramos ese próximo pequeño paso adelante", acotó Elliott, con más pum para arriba que realismo.