En Mercedes no salen de su estupor por las señales de superioridad de Red Bull en la pretemporada 2023. Según un vocero del equipo alemán de F1 a Auto Motor und Sport, “van diez milímetros más bajos que todos los demás. Si pilotamos tan bajo, la parte inferior de la carrocería se rompería", aducen. 

Uno de los más grandes problemas de Mercedes el año pasado fue no poder ir muy bajos de piso por el porpoising; la obligación de subir el piso quince milímetros desde Bélgica fue fundamental para la recuperación del coche (en 2022) gris. Sin embargo, cierto grado de porpoising es inevitable, pues el efecto suelo alcanza el clímax de eficiencia justamente al ir al máximo contra el asfalto; de manera que la altura mínima que logran los austríacos es una ventaja fundamental (y probablemente indescontable hasta la reforma reglamentaria de 2026); ¿el viejo Adrian Newey volvió a encontrar un secreto, en este caso las suspensiones, para lograr este prodigio?

En tanto, Toto Wolff, jefe del equipo, declaró al portal PlanetF1 que los chicos de Horner y Marko "Frenan más tarde, aceleran mucho antes y ganan una cantidad increíble de tiempo con una menor tracción. Si nos acercamos al vértice de esta manera, ni siquiera llegamos al ápice", graficó Wolff. Mientras que el heptacampeón Lewis Hamilton admite que “No podemos igualar a Red Bull o Ferrari actualmente".  Según la mentada publicación alemana, Red Bull es cuatro décimas más rápido que Ferrari y seis más que Mercedes.

Por otro lado, Frédéric Vasseur comienza a meter mano en Ferrari, y lo hace en el lugar que más puntos le restó a la Scuderia en 2022: la estrategia. El español Iñaki Rueda gozó de un ‘ascenso inglés’ (lo pasaron a un puesto no deportivo), pero en su lugar habrá un matemático indio de menos de treinta años, Ravin Jain.  

Además, Vasseur prefiere “menos gene en el muro de boxes” para alcanzar “mayor fluidez en la comunicación. Cuando todo va bien, podés tener tres o cuatro vueltas para discutir, cuando hay que reaccionar en un segundo, es una historia diferente. Lo más importante cuando algo no funciona es tratar de entender por qué no funcionó. Muy a menudo el problema está en el flujo de información, no en la decisión del individuo de si presiona el botón o no", alegó Vasseur.