El diario de negocios Frankfurter Allgemeine, de fuertes conexiones con el Grupo Volkswagen, asegura que el consorcio alemán pretende comprar las escuderías McLaren y Red Bull para ‘dárselas’ a sus marcas Audi y Porsche. Es un bombazo en el mundo de la F1, ya que hasta ahora las versiones surgían solamente de los medios ingleses (pródigos en venta de humo en lo que al Gran Circo se refiere).

Los alemanes experimentaron un breve tiempo desarrollando los motores de la Fórmula E, que ya están abandonando mientras se centran en motores híbridos para Dakar y WEC. El proyecto se redondea, parece, con el desarrollo de los nuevos motores de F1, que se prevé generen la mitad de su potencia con los elementos híbridos de la planta impulsora. Los tiempos dan perfectamente para desarrollar una buena planta impulsora que debute en 2026.

Frankfurter Allgemeine habla de “sacudir” el mundo del deporte motor comprando dos de los mejores equipos de hoy y de la historia. Las charlas van viento en popa, por lo que parece, para comprar parcial o totalmente Mclaren, y Audi estaría por presentar una oferta.

En el caso de Red Bull, habrá que ver si Mateschitz quiere vender. El plan B de Porsche es entrar como motorista en lugar del motor congelado que los austríacos heredaron de Honda.

Las dos operaciones de compra deberán ser aprobadas por el Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen, lo que podría suceder a fines del mes próximo. Luego, desarrollarán un único proyecto de planta impulsora para amortizar sus prohibitivos costos.

La noticia de que Audi y Porsche entran a la F1 causará sin dudas un crecimiento del interés por la máxima en Alemania. La economía más fuerte de Europa se ha mostrado cada vez más fría con la F1 desde, por lo menos, el último retiro de Schumacher en 2012. Vettel nunca generó pasiones a ese nivel en Alemania, y ni siquiera el debut de Mick Schumacher, hijo del gran Michael, generó el interés suficiente para, como mínimo, organizar un Gran Premio, algo que asombra al CEO de Liberty Media, Stefano Domenicali.

En todo caso, parece que los tiempos se aceleran en el Grupo Volkswagen, y que la Fórmula 1 actual no deja de provocar fuertes emociones, incluso fuera de pista. No es casualidad: Carey, Ross Brawn y compañía han diseñado durante casi un lustro las modificaciones que hoy permiten tener una F1 pujante y próspera en medio de un mundo conmocionado por la pandemia.