1-2 importantísimo de Red Bull en el GP de España de F1,  cuando todo estaba de cara para Ferrari. La Scuderia buscó las mejoras y las encontró, pero también halló problemas de fiabilidad: tras un fin de semana de dominio olímpico de Leclerc, el motor (estrenado en Miami) le dijo 'basta' en la Vuelta 27. Hasta allí, los Red Bull estaban enredados en una lucha con el Mercedes de George Russell, que aguantaba con su velocidad punta a un Verstappen con DRS caprichoso (durante media carrera no se abría casi nunca).