Desgraciadamente, se han vuelto demasiado habituales los capítulos oscuros del arbitraje y Barracas Central. Anteriormente, mientras el conjunto que preside Matías Tapia, hijo de Claudio "Chiqui" Tapia, jugaba en categorías menores y ascendía de manera meteórica, este tipo de cuestiones no tenían tanta repercusión. Ahora, en Primera División y con algunas cámaras más que atestiguan lo sucedido, la cuestión es motivo de horror para toda la patria futbolera.