En un fútbol argentino castigado por factores externos que lo enturbian, el partido que se jugó este martes en el Nuevo Gasómetro fue una perla. Defensa y Justicia le ganó 4 a 3 a San Lorenzo en un encuentro fenomenal en el que el visitante aportó el fútbol y el local la emoción. Walter Bou, Miguel Merentiel, Carlos Rotondi y Francisco Pizzini convirtieron para los de Florencio Varela, mientras que Agustín Martegani, Cristian Zapata y Alexis Soto en contra lo hicieron para los de Boedo.

El Halcón fue directo y efectivo. Jugó a partir de los errores rivales y los capitalizó.de manera despiadada. Ya a los 8, aprovechó un conjunto grosero de desaciertos rivales. Pizzini recibió a la derecha, enganchó y tiró un centro con zurda. Bou entró solo y metió un cabezazo que recibió una floja respuesta de Sebastián Torrico y se metió.

En la acción hubo virtud del equipo de Sebastián Beccacece, pero también un nivel absurdo de desorden del Cuervo. Gino Peruzzi nunca regresó de su excursión ofensiva, Francisco Flores fue a cerrar con Merentiel, que ya estaba tomado por Cristian Zapata y el que más cerca estuvo de agarrar a Bou en el segun palo fue Malcom Braida, extremo por derecha, que no lo alcanzó.

Hasta el tanto había pasado poco tiempo, pero el Ciclón había manejado coherentemente la pelota aunque con falta de profundidad. Ya en desventaja y con el descontento de la gente a viva voz, el equipo fue un concierto de errores: perdió una parva de pelotas en salida, no tuvo conexiones y prácticamente no pudo hilvanar pases en campo rival.

A los 27, el equipo de Pedro Troglio volvió a pagar caro deficiencias poco habituales. Rotondi, delantero por afuera, consiguió ganarle con el cuerpo y trabando a los dos centrales de San Lorenzo. Desplazó a Flores ante un pase largo de Bou, se tiró al piso y le ganó a Zapata, y asistió a Merentiel, que solo tuvo que definir cruzado para convertir el segundo.

Todo parecía acomodarse para una goleada contundente y, de hecho, a los 3 minutos de la segunda mitad Rotondi estiró la diferencia. Raúl Loaiza y Merentiel armaron una buena jugada por derecha para que Pizzini llegue solo para asistir del otro lado al ex atacante de Newell’s, que definió frente a una defensa estática.

Pero cuando la historia parecía totalmente liquidada, el Santo revivió. En el momento en el que el equipo probaba y no encontraba resquicio, Martegani recibió en la puerta del área, enganchó para su pierna derecha y sacó un remate algo mordido pero bien contra el palo derecho del arquero y descontó.

Cuatro minutos después, a los 14, con todo el ímpetu, el equipo de Boedo fue por más. Martegani, que le cambió la cara al local con su ingreso en el entretiempo, ejecutó un tiro libre lejano y le metió un centro pasado pero perfecto a Zapata, que cabeceó sin oposición por encima de Ezequiel Unsain.

De un duelo casi definido se armó un partidazo. El ida y vuelta se hizo furioso, San Lorenzo fue y Defensa encontró enormes espacios. Tanto incomodó la visita que a los 23 tuvo un penal a favor, por una mano de Tomás Silva que en realidad pareció afuera del área. A un juego que tenía de todo, Torrico le añadió una cuota de emoción y dramatismo. Le atajó el remate desde los 12 pasos a Merentiel contra su palo derecho y mantuvo con vida a su equipo.

Pero, a falta de 10 minutos, nada pudo hacer ante una jugada genial del equipo de Varela. Merentiel recibió un pase en profundidad, arrastró tres marcas y habilitó a Tomás Galván. El chico que está a préstamo de River no fue egoísta y habilitó a Pizzini que remató con violencia arriba y vulneró al arquero.

San Lorenzo no bajó los brazos y le dio al partido el final que merecía. En el segundo minuto adicionado, Martegani volvió a meter otro centro punzante, Flores cabeceó y Soto se la llevó puesta sin querer pero la ubicó al lado del palo. A la historia le quedaban tres minutos y el local se había vuelto a poner un gol.

Ricardo Centurión, cuando no quedaba nada, tuvo el empate en sus pies. Adam Bareiro metiín buen buscapié, Jeremías James, con la frialdad de un enganche, le dio un pase genial de primera al ex Racing, que controló y definió de zurda pero Unsain salió rápido, extendió todo su cuerpo y consiguió una atajada providencial.

El Ciclón todavía no ganó y sus resultados son preocupantes. De todas maneras, el contraste de la capacidad de reacción mostrada en este encuentro respecto a lo hecho frente a Gimnasia abre una puerta de esperanza en medio de un contexto que volvió a ser negativo.

Defensa volvió a demostrar cual es su esencia: un ritmo avasallante y una agresividad que pocos tienen en el fútbol local. Más allá de los sobresaltos sufridos, sumó su primer triunfo del campeonato con total justicia.