Fue sin dudas su mejor partido en 2023, aunque aún así dejó cosas para corregir. River, que fue un vendaval en ataque, le ganó 3 a 2 a Banfield por el desempate del Trofeo de Campeones 2020. Santiago Simón en dos ocasiones y Miguel Borja convirtieron para el Millonario, mientras que Andrés Chávez y Juan Bizans descontó para el Taladro.

El conjunto de Núñez se mostró voraz de entrada. Intenso y amplio para atacar, aún cuando decidiese jugar por adentro. Mostró sobradas variantes para agredir al rival, con niveles individuales muy altos como el de Salomón Rondón, y una gran precisión en velocidad. A los 7 consiguió ponerse en ventaja. Simón sacó un remate rasante, bajo y esquinado, aunque muy lejano y sin tanta fuerza, que se coló contra el palo derecho de Facundo Cambeces. 

La contracara era lo que sucedía en la otra área. Porque a pesar de verse superado, el conjunto dirigido por Javier Sanguinetti sólo perdía por uno y mantenía esperanzas que no tardaron en sustentarse. Tuvo tres chances muy claras para igualar el juego que desperdició: un tiro libre de Brahian Alemán, un remate cruzado de Chávez y una oportunidad inmejorable abajo del arco que se perdió Sebastián Sosa Sánchez tras un rebote corto que dio Franco Armani.

Cuando parecía que se terminaba la primera parte con dificultades para los dirigidos por Martín Demichelis, el panorama se le aclaró. Tuvo un tiro libre a favor del cual todos esperaban un centro. Sin embargo, se ejecutó una jugada preparada, pivoteó Enzo Pérez en la puerta del área y Simón disparó. La pelota se desvió en Emanuel Olivera e ingresó al arco.

La historia pudo cerrase rápido en el inicio del complemento cuando Rondón armó una gran jugada y asistió a Borja, que entró sólo para definir mano a mano el área y falló un gol insólito. Pero luego de esa acción apareció el equipo del sur de la provincia de Buenos Aires con mucho peso en ataque. 

Enseguida, avisó Bizans con un tiro en el palo, y un rato más tarde, Emanuel Insúa metió un pase profundo para Chávez, que le ganó como en toda la noche a Jonatan Maidana, condujo y convirtió con un zurdazo cruzado. Un minuto después del descuento, llegó el empate de una manera muy similar al anterior tanto, pero fue anulado por un fuera de juego mínimo de Chávez.

El trámite tomó una lógica furiosa de ida y vuelta, con un paso casi nulo por la mitad de la cancha. El Taladro pudo empatarlo, pero el Millonario estiró la diferencia. A los 19, Borja pivoteó para Nacho Fernández y arrastró a su marca fuera de su zona de confort. Luego picó al espacio, recibió a la carrera y fusiló a Cambeces.

Lejos de terminarse, la historia tendría un final angustiante. Banfield volvió a descontar tras un centro en el que Nicolás Sosa Sánchez evitó ser egoísta y en vez de definir ante Armani, cedió para Bizans, de buen partido, que convirtió sin oposición.

River sufrió los últimos minutos, aunque seguramente sin merecerlo. No porque no hayan estado bien los dos tantos en contra que recibió, sino porque pudo hacer alguno más a favor. Estuvo muy cerca de tener un partido de 10 puntos en la faceta ofensiva, aunque en caso de haber enfrentado a un equipo con una pizca más de eficacia en ataque pudo tener mayores inconvenientes. 

Es probable que Demichelis le de una forma específica a su equipo que haga inescindible el volumen de juego para atacar con algunas carencias defensivas. Más allá de eso, algunos niveles individuales en la marca deben mejorar como para amparar la ambición colectiva. Tras este duelo, tiene la chance de enfrentar a Boca en el Trofeo de Campeones, aunque todavía sin fecha definida.