Camino al Mundial, el gobierno Qatarí intentó plagar la ciudad de Doha de imágenes alegóricas, para intentar contagiarle a sus ciudadanos una fiebre por la máxima competencia futbolística que naturalmente, al menos por ahora, no ha surgido. Para ello, entre otras cosas, instaló algunas obras de arte alegóricas a hechos ocurridos en Copas del Mundo, pero una despertó polémica.