El Paris Saint-Germain tenía un debut complicado y lo sorteó muy bien. Por el primer partido de la fase de grupos de la Champions League recibió a la Juventus en el Parque de los Príncipes y se impuso 2 a 1 gracias a dos golazos de Kylian Mbappé. Weston McKennie descontó para el conjunto italiano.

El equipo francés manejó claramente la pelota y consiguió mayor volumen de juego que el año pasado gracias a la sociedad entre Marco Verratti y Vitinha en la mitad de la cancha. A los 5 minutos ya logró ponerse en ventaja con un gol de exhibición: Mbappé jugó para Neymar que se la devolvió de lujo por arriba, para que el delantero remate de volea al segundo palo y ponga el 1 a 0.

La Vecchia Signora se paró demasiado atrás e intentó contraatacar, pero con dos delanteros más pesados que veloces como Dusan Vlahovic y Arkadiusz Milik no pudo generar gran riesgo. Al menos durante la primera parte, cuando su postura en cancha no fue acompañada por los jugadores adecuados.

A los 22, el PSG volvió a acelerar y nuevamente convirtió. Verratti, Aschraf Hakimi y Mbappé combinaron por la derecha a un toque y tras un centro atrás del lateral, el veloz atacante apareció para darle de primera y poner el 2 a 0.

En la segunda mitad Massimiliano Allegri, entrenador del conjunto italiano, mandó a la cancha a McKennie, un volante movedizo, y el equipo cambió. Se adueñó de la pelota y comenzó a generar oportunidades en base a amplitud y centros, algo que sus atacantes pudieron usufructuar mucho mejor. Antes de los 10 minutos, tras un córner corto, Filip Kostic lanzó un centro, Gianluigi Donnarumma salió muy mal y el propio McKennie descontó de cabeza. 

De todas maneras, la victoria del equipo de Cristophe Galtier no corrió gran riesgo. Si bien mermó su funcionamiento, no sufrió mucho más en defensa y en cada aceleración ofensiva estuvo cerca de convertir un tanto más. El triunfo en el primer encuentro, en un grupo que tiene tres equipos fuertes, es importante para la clasificación.

El partido de Lionel Messi

El argentino no tuvo un buen encuentro. No termino de acoplarse a la buena sociedad que por momentos conformaron Neymar y Mbappé, a pesar de algún egoísmo del francés en alguna jugada puntual. Estuvo poco participativo y a otro ritmo.

El 30 salió a falta de seis minutos para que terminara el partido y se lo vio fastidioso. Más allá de que no tuvo su mejor encuentro, sacarlo antes del final parece mucho más un gesto para tratar de incomodarlo que un movimiento realmente influyente desde el punto de vista táctico.