Emma Raducanu nunca había participado directamente en el cuadro principal de un Grand Slam, pero en tres semanas se trasformó en una estrella del tenis mundial, ganó el US Open donde lo comenzó: dominando sin miedo desde dentro de la línea de fondo al derrotar a Leylah Annie Fernandez 6-4, 6-3 para llevarse el torneo sin perder un solo set.