Una situación insólita se vivió en un partido en el marco de la Liga Concacaf. El vicepresidente de Surinam, Ronnie Brunswijk, quien también es dueño del Inter Moengotapoe, se puso a sí mismo como titular en un partido por los octavos de final del torneo. Tiene 60 años y es buscado por la Interpol por varios delitos.

Para aquel lector desprevenido, cabe aclarar que la Liga Concacaf no es un torneo amateur ni mucho menos. Es el segundo campeonato internacional de América Central, América del Norte y las islas del Caribe. Es decir, equivale a la Copa Sudamericana por nuestras latitudes o a la Europa League. Sin embargo, evidentemente da para este tipo de cosas.

En el duelo de ida de los octavos de final frente al Olimpia de Honduras, equipo que dirige Pedro Troglio, Brunswijk se puso de delantero, tomó la cinta de capitán y lució en la espalda la camiseta número 61, en honor a su año de nacimiento. Se dio el lujo de jugar junto a Damian Brunswijk, su hijo y habitual 10 del equipo.

Pero el gusto le salió caro al vicepresidente, ya que su equipo perdió como local por 6 a 0. Además, dado que tiene pedido de captura de parte de la Interpol, por presuntos delitos vinculados al narcotráfico, no podrá viajar a Honduras a jugar el partido de vuelta.