La Finalissima reeditada en este 2022 no es un invento caprichoso ni nuevo de la FIFA, sino un retroceso a un estadio previo como consecuencia de la pandemia y la falta de tiempo. El torneo se disputó en 1985 y 1993, y la última vez que se jugó, Diego Armando Maradona levantó su último trofeo con la Selección Argentina.

Tuvo muchos nombres: Copa de Campeones CONMEBOL - UEFA, Copa Intercontinental de Selecciones, Copa Artemio Franchi y Finalissima. Pero el concepto siempre fue el mismo, un duelo a partido único entre el campeón de la Copa América y el de la Eurocopa.

Y dejó de celebrarse, pura y exclusivamente por el surgimiento de la Copa Confederaciones, el torneo que suele jugarse un año antes del Mundial y que reúne a los campeones de cada continente, junto con el anfitrión de la cita máxima. Ese campeonato no pudo disputarse en la previa de Qatar como consecuencia de los problemas de calendario propios de la pandemia y de la dificultad climática de jugar durante el verano en Medio Oriente.

Por eso se retoma el formato abreviado, el que sí se puede realizar, de un sólo partido. En 1985, en la primera edición, Francia, con Michel Platini a la cabeza le ganó 2 a 0 a Uruguay, liderada por nada menos que Enzo Francescoli. Ese partido se jugó en París.

Platini con la Copa Artemio Franchi
Platini con la Copa Artemio Franchi

En 1993, en el José María Minella, Argentina, conducida por Alfio "Coco" Basile, enfrentó a la tremenda Dinamarca de Peter Schmeichel y Brian Laudrup. La Albiceleste ya había sufrido una renovación respecto del plantel subcampeón del Mundial de Italia 1990, por lo que mantenía referentes como Maradona, Claudio Paul Caniggia y Sergio Goycochea, pero había añadido jóvenes como Diego Simeone y Gabriel Omar Batistuta.

El conjunto nacional comenzó abajo en el marcador por un gol en contra de Néstor Craviotto a los 12 minutos de juego, pero poco después, "El hijo del viento" empató la historia. El encuentro se mantuvo parejo y alcanzó la instancia de los penales. Allí, Goyco sacó a relucir su mayor virtud y le dio a Argentina un nuevo título.

Aquel fue el segundo y último campeonato ganado por Maradona con la camiseta nacional. El otro, el del Mundial de México 1986 fue, lógicamente, mucho más importante. Pero nadie pudo quitarle al 10 la alegría de sumar un nuevo trofeo a la colección.