El Papa Francisco grabó un mensaje contundente, desde la comodidad del Vaticano, que se emitió en el marco del 57° Coloquio de IDEA frente a un concurrido auditorio compuesto mayoritariamente por empresarios. Allí manifestó que es el trabajo lo que "unge dignidad" y que "no se puede vivir de subsidios.

El sumo pontífice, promotor histórico de diversos movimientos sociales, se mostró muy amable con el sector empresarial antes de destacar el valor del trabajo: "Varias veces me he referido a la noble vocación del empresario que busca con creatividad producir riqueza y diversificar la producción, haciendo posible al mismo tiempo la generación de puestos de trabajo. Porque no me cansaré de referirme a la dignidad del trabajo, lo que da dignidad es el trabajo".

Poco después de su oda al esfuerzo dio un giro respecto a su discurso histórico y culpó a terceros de un mensaje supuestamente mal interpretado. “Algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo. Que propongo una vida sin esfuerzo o que desprecio la cultura del trabajo. Imagínense si se puede decir eso de un descendiente de piamonteses que no vinieron a nuestro país con ganas de ser mantenidos sino con un enorme deseo de arremangarse para construir un futuro para su familia", aseguró.

Inmediatamente, apuntó de lleno contra la ayuda económica estatal: “Los subsidios sólo son una ayuda provisoria. No se puede vivir de subsidios. Porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y con el ingenio. El trabajo le permite al hombre sentirse colaborador de Dios para cuidar y desarrollar este mundo".

Por último, Francisco afirmó que el camino correcto es el del diálogo entre los empresarios y los trabajadores y que considera que ese vínculo es "fecundo y prometedor". El mensaje papal fue proyectado a partir de la presencia de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) en el foro de discusión.