No cabe duda, es un milagro. Claro está, que en términos deportivos. Pero lo del Sheriff ya es una hazaña sin igual. Porque por muy bien que jueguen sus futbolistas, por muy bien elaborado que esté el proyecto y por muy ordenado que esté el equipo, representar a un país minúsculo en historia futbolística como Moldavia, con un presupuesto bajo y llegar a jugar la fase de grupos de la Champions League es milagroso. Encima, en el debut, derrotó al Shakhtar y sueña con incomodar al Inter y al Real Madrid.

El Sheriff es un equipo de la pequeña región de Transnistria, una región que pertenece legalmente a Moldavia pero que se percibe como una nación diferente y puja por su libertad. Poco más de 500 mil personas habitan en la región que limita con Ucrania. Tiraspol, su capital, es el hogar de un humilde equipo que clasificó al máximo torneo continental europeo por primera vez en su historia.

Logró la hazaña de clasificar en las cuatro fases previas de la Champions League, donde eliminó entre otros al Dinamo de Zagreb, equipo croata con bastante historia, y al Estrella Roja de Belgrado, equipo campeón del torneo en 1990. En el equipo no había más que alegría y entusiasmo, incluso cuando el sorteo determinó que vaya a la zona de dos gigante como el Real Madrid e Inter y de un equipo de habitual participación en torneos grandes como el Shakhtar.

Pero ya hizo mucho más: en su debut en la fase de grupos derrotó al Shakthar como local por 2 a 0, con una muy sólida actuación y sueña con agregarle más páginas gloriosas al cuento de hadas que sus hinchas nunca querrán terminar. Adama Traoré y Momo Yansane convirtieron los tantos, pero el héroe de la jornada fue el lateral brasileño Cristiano, que puso dos centros geniales para ambos tantos.

La ilusión sigue en marcha y en la siguiente fecha, el Sheriff enfrentará el mayor obstácul de su historia: se medirá nada menos que con el Real Madrid, el máximo ganador europeo, en condición de visitante. No tendrán el privilegio de jugar en el Santiago Bernabéu que sigue en refacción, pero lo harán en el Alfredo Di Stéfano.