Los contratos deportivos son riesgosos. Los incidentes que pueden afectar la carrera de un atleta son muchos, por eso, una inversión multimillonaria conlleva un peligro mucho más grande que un mero problema de rendimiento en la cancha. John Wall, base de los Houston Rockets, no jugó en toda la temporada y se embolsó 44,3 millones de dólares.