El Grupo C es el más complicado de esta temporada en la Champions League. Tiene a tres equipos campeones y muy poderosos, de los cuales sólo dos podrán avanzar a los octavos de final. Por eso, para el Inter era importante sumar como local en su primer partido, aunque enfrente estuviese el rival más duro. Sin embargo, no pudo y perdió 2 a 0 ante el Bayern Munich en el Giuseppe Meazza. Leroy Sané y Danilo D'Ambrosio, en contra, convirtieron los tantos.

El equipo local intentó no temerle al poderoso alemán y no jugar demasiado refugiado. Trató de manejar la pelota y por momentos consiguió alternar en el dominio del juego. Sin embargo, un mínimo descuido le costó un gol en contra. Le dieron espacio a Joshua Kimmich para meter un pase filtrado, Sané pico al espacio, gambeteó al arquero y puso el 1 a 0 sin dificultad.

Ya con la obligación de convertir, el Neroazzurro se diluyó notoriamente. Lautaro Martínez, que no tuvo su mejor partido, se vio envuelto en una batalla perdida contra centrales de gran evergadura física y enorme jerarquía. En la segunda mitad, el dominio del conjunto que dirige Julian Nagelsmann fue mucho más notorio y la historia terminó con un segundo tanto genial. 

Más allá de que la metió D'Ambrosio, en contra, sin querer, lo brillante fue la jugada previa. Sané y Kingsley Coman la armaron a toda velocidad, a un toque y con paredes consecutivas hasta que el alemán metió el centro corto y el defensor italiano se la llevó puesta contra su propio arco.

Todos los puntos son valiosos en un grupo que es sumamente parejo, al menos desde el análisis previo. El Inter deberá enderezar su rumbo y marcar presencia frente al Viktoria Plzen, el rival más débil del grupo, especialmente porque el Barcelona, que debutó frente a ese club en el Camp Nou, goleó por 5 a 1.