Es absolutamente inverosímil, pero sucedió. La carrera de un muy buen jugador que pasaba por un momento excelente quedó completamente trunca como consecuencia de un fraude insólito: suplantación y robo de identidad. Ángel Cheme, conocido en su esplendor futbolístico como Gonzalo Chila, la rompía en la Liga de Quito, hasta que su increíble secreto salió a la luz.