Ya no es sorpresa y a esta altura del torneo, el trabajo que ha realizado Atlético Tucumán es para reconocer independientemente de lo que suceda al final. El Decano volvió a brillar, goleó a Barracas Central 4 a 0 y quedó como único líder del campeonato, tres punto arriba de Gimnasia. Como si todo eso fuera poco, sobre el cierre del juego uno de futbolistas clavó el gol del campeonato.

El conjunto de Lucas Pusineri lo ganaba con comodidad, por 3 a 0, y hasta había tenido chances para estirar el marcador de contraataque. Pero el Guapo, con orgullo, iba en busca del descuento con mucha gente.

En la última del partido, el equipo que dirige Rodolfo De Paoli invadió el área para buscar un córner con todos sus futbolistas menos el arquero. Pero el centro no fue bueno y al conjunto tucumano le quedó la chance para el último ataque. 

La tomó Mateo Coronel y vio que tenía casi 70 metros por resolver. Pero entonces se iluminó, lo vio a Maximiliano Gagliardo y soltó el zapatazo. La pelota recorrió casi toda la cancha, picó en el momento justo y se metió contra el palo derecho. La frutilla del postre para una fiesta interminable que disfrutó la mitad de la ciudad.

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Atlético debe sostenerse y lidiar con la presión de ser el equipo al que todos quieren bajar. De todas maneras, su objetivo a principio de año era engrosar un flaco promedio, y gracias a lo hecho por Pusineri y su plantel, no sólo ese problema parece parte del pasado, sino que el sueño del título toma forma.