El poderoso norte de Italia, contra el humilde y despreciado sur. África dicen los del norte. Y el emprobrecido sur siempre pierde, o perdía, también en el fútbol. Era el 1 de octubre de 1989 y el Milán era el equipo mas poderoso de Europa, conformado por la base de la selección holeandesa (Rijkaard, Gullit, Van Basten), y jugadores de altísimo nivel de la selección italiana: Franco Baresi y Paolo Maldini entre ellos.