El gol de Mauro Matos en el minuto 90 del clásico entre Boca y San Lorenzo en la Bombonera conmovió los ánimos de un equipo "Xeneize" que había sido superior en el campo de juego durante gran parte del encuentro.


Una vez que Fernando Echenique decretó el final del encuentro, se desató la furia de los jugadores locales, ante los festejos de sus pares del "Ciclón", quienes explotaron de alegría por un triunfo que les valió la cima del certamen en soledad.