Un hecho de profunda gravedad institucional se produjo este lunes por la noche luego del partido entre Racing y Lanús. El árbitro Darío Herrera presentó una denuncia formal en la comisaría primera de Avellaneda por agresiones verbales y amenazas contra el jugador Lautaro Acosta. Más allá de algún cruce dentro de la cancha, lo más grave habría ocurrido después, cuando tuvieron que ser separados por la policía.