Seguramente Novak Djokovic nunca se imaginó ser detenido dos veces en una semana, pero su insistencia en participar del Abierto de Australia sin estar vacunado, con las mas diversas argucias legales, le ha valido esta situación.

El gobierno australiano le quitó la visa por segunda vez ayer, y el serbio fue trasladado de su lujoso hospedaje al hotel de los inmigrantes que serán deportados, donde ya había estado ni bien llegó al país.