Luego del escándalo vivido en Australia, de donde Novak Djokovic fue deportado poco después de llegado al aeropuerto por motivos vinculados a la exención que había presentado para competir sin estar vacunado, el serbio rompió el silencio. En una entrevista con la BBC desmintió los rumores sobre su cambio de opinión y sostuvo que está dispuesto a perderse grandes torneos con tal de mantener su derecho a elegir.

Cuando lo confrontaron respecto de la posibilidad concreta de perderse Roland Garros y Wimbledon, que ya han sentado posturas similares a la del Abierto de Australia, por no vacunarse, el todavía 1° del mundo respondió sin dudas: "Sí, ese es el precio que estoy dispuesto a pagar".

Además, se refirió a lo que tuvo que vivir en Oceanía y los motivos por los que él considera que fue deportado. Si bien reconoció un error en el visado, aseguró que no sólo no fue intencional sino que había sido aprobado por el gobierno australiano. 

"No fui deportado de Australia porque no estaba vacunado, o que rompí alguna regla o que cometí un error en la declaración de mi visa. Todo eso fue aprobado. y validado por el Tribunal Federal de Australia y el Ministro de Inmigración. La razón por la que fui deportado de Australia fue porque el Ministro de Inmigración usó su discreción para cancelar mi visa debido a su percepción de que podría crear un sentimiento anti vacunas en el país o en la ciudad, con lo que no estoy de acuerdo”, afirmó.

Djokovic nunca se manifestó directamente en contra de la vacunación y a pesar de los rumores, nunca pudo confirmarse tampoco que no esté vacunado. Sin embargo, siempre se negó a presentar un certificado de vacunación como requisito para jugar un torneo.

"Todos estamos tratando de encontrar colectivamente la mejor solución posible para terminar con COVID. Pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que pones en tu cuerpo", aseguró el tenista que por no competir en Australia permitió que Rafael Nadal lo supere en cantidad de títulos de Grand Slam obtenidos.