Este viernes a la madrugada Boca recibió una pésima noticia. Deportivo Cali, rival directo por la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, le ganó por 3 a 0 a Always Ready como local, quedó puntero y desplazó al equipo argentino al tercer lugar. Ahora, está obligado a ganarle en la última fecha para pasar de fase.

El Azucarero quedó en el primer lugar del grupo con 8 puntos y una diferencia de gol de +4. En el segundo lugar se encuentra Corinthians, con la misma cantidad de unidades y +1 de diferencia. El conjunto de Sebastián Battaglia quedó tercero con 7 puntos y el equipo boliviano con 4, ya quedó eliminado de la Libertadores, aunque tiene chances matemáticas de acceder al tercer lugar e ir a la Sudamericana.

En la última fecha, Boca recibe a Deportivo Cali y está obligado a ganarle. Ni siquiera puede empatar y aguardar por el milagro de una derrota del Timao, ya que tiene peor diferencia de gol. Depende de sí mismo, pero enfrenta a un rival que también tiene esa ventaja y que además tiene dos resultados a favor: el triunfo y el empate.

El conjunto de La Ribera ha estado en situaciones apremiantes en otras ediciones de la Copa Libertadores. Por ejemplo en 2007, año en el que luego fue campeón, y en el 2018, año en el que más tarde fue finalista. En el primer caso llegó a la última fecha de la fase de grupos con la necesidad no sólo de ganarle al Bolívar, sino también de que Toluca venza a Cienciano. Ambas cosas sucedieron.

En el segundo caso, debía ganarle en el último partido a The Strongest en La Bombonera y esperar que Palmeiras derrotase a Junior en Brasil. Una vez más, goleó y se le dio el resultado que necesitaba en el otro duelo.

La particularidad de este caso es que si bien no debe aguardar ningún otro resultado, es prácticamente un mano a mano. En los años mencionados anteriormente, existía obligación pero contra equipos que se jugaban poco y ahora le toca tener que ganarle a su rival directo.