Sabía que no la iba a tener sencilla, pero volvió a hacerse gigante. Al igual que ocurrió en 2012, Juan Martín Del Potro a Roger Federer en su casa y se quedó con el ATP 500 de Basilea.

Tras luchar durante dos horas y 20 minutos, la Torre de Tandil se impuso en parciales de 7-6 (4), 2-6 y 6-4. Así, logró retener el título y defendió los 500 puntos que otorga el torneo.