El conflicto entre equipos y selecciones de fútbol tiene su recorrido histórico. Desde hace varios años, cuando el mundo del fútbol de clubes comenzó a mover millones, muchos dirigentes no quieren ceder a los futbolistas para que representen a sus países. Esa cuestión se recrudeció a partir de la alteración en el calendario como consecuencia de la pandemia, pero pasado el peor momento sanitario, la cuestión no se apagó.

Aurelio De Laurenttiis, presidente del Napoli, se metió de lleno en la cuestión con declaraciones muy contundentes: "No me hablen de jugadores africanos. O firman una renuncia renunciando a su derecho a participar en los torneos de la Copa Africana de Naciones o no los ficharé más".

El torneo africano equivalente a la Copa América se disputa mientras se juega la temporada de los clubes. Liverpool, por ejemplo, perdió a sus dos mejores futbolistas, Sadio Mané y Mohamed Salah, durante dos meses claves en el inicio del 2022 y perdió el torneo por un punto.

Más allá de que le apuntó directamente a jugadores africanos, la queja fue de índole más general y hasta atacó también a los campeonatos en Sudamérica. "Nunca los tengo disponibles. Se van a jugar fuera mientras les pagamos nosotros", agregó en diálogo con Wall Street Italia.

El Nápoli tiene en su plantel al nigeriano Víctor Oshimen, al camerunés Zambo Anguissa y a los argelinos Adam Ounas y Karim Zedadka. Pero, además, recientemente dejó la institución Kalidou Koulibaly, referente del equipo y de la Selección de Senegal, que acaba de ser transferido al Chelsea. El compañero de Mané le contestó y pidió "respeto para los jugadores africanos".

Más allá de que De Laurentiis suele tener este tipo de declaraciones estruendosas que lo colocan en los primeros planos mediáticos de su país, reveló un malestar que tienen muchos dirigentes y dueños de clubes europeos, que pretenden, al menos, una reformulación de los calendarios para que las selecciones jueguen una vez finalizadas las temporadas de clubes.