Los periodistas brasileños también sienten la localía. En el predio de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), ubicado en esta localidad, a más de 100 kilómetros del centro de Rio de Janeiro, se mueven con naturalidad, como si se tratase de sus propios hogares. No es para menos: están en la "casa da seleção", como se lo conoce popularmente en Brasil a este predio, algo así como el "Ezeiza carioca".

A tres días del inicio del Mundial Brasil 2014 los nervios invaden a todos y la calma que se respira en el ambiente es sólo maquillaje de la naturaleza tropical de este pequeño y precioso poblado. El equipo de Luiz Felipe Scolari se entrenará en horario vespertino y la espera se hace eterna. Portales web, diarios impresos, radios y cadenas de televisión esperan por esa información que los ayude a pasar el día con mayor tranquilidad. Y una luz aparece en el camino: la conferencia "colectiva" de Jô y Dani Alves.

El delantero de Atlético Mineiro toma la iniciativa y se enfrenta ante una sala de conferencias repleta, que quedó chica para la gran cantidad de periodistas presentes en la moderna carpa montada entre las canchas de entrenamientos del predio. Sus declaraciones son recibidas con atención, pero los medios brasileños quieren a la figurita, quieren al del Barcelona.

Unos cuantos minutos después, el lateral irrumpe en la sala y los flashes lo atacan, literalmente, con mayor rigor que cualquier delantero de elite. Cuando se sienta en el escenario, decorado con los nombres gigantes de ambos jugadores, las preguntas se olvidan de Jô. Dani Alves no tardará en hablar de la "responsabilidad" de representar a Brasil, de la intimidad del grupo y hasta de los candidatos a quedarse con la Copa, entre los que no faltará la Argentina de su amigo Lionel Messi. Además, contó cómo sería la final soñada.

"Por supuesto que respeto al campeón, por eso pongo a España entre las favoritas a quedarse con el título. También están Alemania y la Argentina, que tiene un ataque espectacular. Y, por su puesto, a Brasil", dice el defensor, que asume el compromiso de candidato.

Pero Dani Alves no se queda sólo con eso y, horas antes de que la selección argentina aterrice en suelo brasileño, confiesa uno de sus anhelos: "Si me dejan elegir una final, me gustaría un Brasil vs. Argentina, ganarla tendría un sabor especial".

Termina la conferencia y los preiodistas comienzan a dejar la sala. Los rostros vuelven a ser de tranquilidad. En pocas horas, la selección realizará una de las últimas prácticas antes del debut del próximo jueves ante Croacia, en San Pablo. Mientras, tienen con qué entretenerse: los deseos de Alves.