Croacia derrotó 2 a 1 a Marruecos y se quedó con el tercer puesto
El equipo europeo fue superior en todo el encuentro y, a pesar de que le empataron rápido cuando se puso en ventaja, consiguió recomponerse y llevarse el partido.
Otra vez Croacia protagonizó una Copa del Mundo. Una vez más, como en 1998 y en 2018 alcanzó un podio. El equipo europeo, liderado por Luka Modric y otros históricos, pero refrescado con algunos jóvenes, derrotó 2 a 1 a Marruecos en el partido por el tercer puesto. Josko Gvardiol abrió la cuenta, Achraf Dari empató enseguida y Mislav Orsic sacó la diferencia definitiva.
El conjunto de Zlatko Dalic fue más durante casi todo el encuentro. Durante los primeros minutos manejó la pelota y cuando no la tuvo apretó muy arriba para no darle respiro al rival, que presentó una propuesta más abierta, de juego por abajo y de salida limpia, con la que nunca terminó de sentirse cómodo.
A los siete minutos se abrió la cuenta. Lovro Majer tiró un centro frontal, Ivan Perisic rescató de espaldas una pelota que se alejaba del área y por el centro, aunque de bastante lejos, Gvardiol se tiró de “palomita” y con mucha fuerza puso la pelota contra un palo. Más allá de haber sufrido a Lionel Messi, el segundo marcador central croata fue de los mejores defensores del torneo y el gran estandarte de la renovación generacional en su selección.
El conjunto africano, que había arrancado el encuentro algo aturdido, mostró su habitual rebeldía y lo empató casi al instante. Un minuto después, también de pelota parada, Hakim Ziyech metió un centro que desvió Majer de cabeza. Dominik Livakovic tardó mucho en salir a buscar la pelota que caía lenta y Dari aprovechó para igualar de cabeza.
El que hasta aquí era el subcampeón del mundo siempre se mostró superior, aunque desde la media hora de juego hasta el final de la primera parte, el juego tuvo cierta paridad. Sin embargo, antes del cierre de la etapa inicial, el conjunto balcánico convirtió un golazo. Los volantes construyeron una buena jugada de derecha a izquierda en la que nadie se animaba a rematar, hasta que Orsic, en una posición más propicia para el centro, acomodó el cuerpo, abrió el pie e hizo volar la pelota hacia el segundo palo de manera majestuosa.
En el complemento el seleccionado marroquí empujó mucho pero generó poco con claridad. Metió al adversario contra su arco con el correr de los minutos más por cansancio e insistencia que por lucidez futbolística. Tal como le pasó en el duelo con Francia, metió muchos centros que nadie llegó a definir. Solamente Youssef En-Nesyri pudo conectar, en la última, uno de esos envíos aéreos, pero no pudo darle dirección hacia el arco. Su participación mundialista finalizó con un dignísimo e inolvidable cuarto puesto, que marca historia para el fútbol africano.
Croacia tuvo chances de liquidar el pleito que no pudo concretar principalmente por falta de aire. Orsic y Mateo Kovacic no pudieron definir acciones claras que hubieran evitado la zozobra final. De todos modos, se quedó con el duelo y con el tercer lugar, que, como es lógico, festejó. Es probable que haya sido el último partido a nivel internacional del mejor de toda su historia, Modric. Pero ya han mostrado que tienen con que soñar a futuro y que son cuna de futbolistas talentosos, pero fundamentalmente cerebrales.