Boca y Corinthians tienen una historia importante en la Copa Libertadores. En la memoria de todos los hinchas queda la final del 2012. El conjunto brasileño cambió mucho en 10 años, goza de la fortaleza económica que impera en su país y pudo repatriar a alguno de los ídolos que ganaron aquel campeonato, aunque están en una etapa de su vida diferente y eso no le ha aportado gran nivel al equipo.

Al Timao lo dirige Vítor Pereira, un entrenador portugués de muchísimo recorrido, que ha dirigido en su país, Grecia, Turquía y China. No podrá estar presente en el banco de los suplentes en el partido ante el Xeneize porque dio positivo de COVID.

Tiene más equipos en su currículum que títulos ganados, aunque ha obtenido ocho, un número no menor. Fue ayudante de campo de André Villas-Boas y tiene una idea de juego no tan clásica para los equipos brasileños.

El funcionamiento del Timao es muy irregular. En el campeonato paulista alcanzó las semifinales, donde cayó ante San Pablo, en el Brasileirao, que recién comienza, ganó dos partidos y perdió uno, por 3 a 0 ante Palmeiras y por Copa de Brasil viene de empatar 1 a 1 con Portuguesa RJ, de la cuarta categoría.

Tiene jugadores de gran recorrido y de jerarquía para el continente, pero que tienen muchos años, por lo que si bien hay buen pie, por momentos prima cierta lentitud que en Copa Libertadores se puede pagar caro. De hecho, eso le sucedió en la altura de La Paz ante Always Ready.

En el arco continúa Cassio (34), el arquero de la final ante Boca, que pasó por Gremio y PSV de Holanda pero hace 10 años que ataja en el equipo paulista. El lateral derecho es Fágner (32), que jugó en PSV y Wolfsburgo pero hace ocho años juega en Corinthians y en base a buenas actuaciones se ganó en su momento la presencia en la Selección de Brasil. De hecho jugó cuatro partidos en el Mundial de Rusia 2018 y fue campeón de la Copa América 2019.

En la mitad de la cancha se destaca Paulinho (33) que junto a Ralf integraba la mitad de la cancha del equipo que fue campeón del mundo en 2012 de la mano de Tité. Jugó en Tottenham y el Barcelona, en su mejor etapa. A su lado juega Renato Augusto (34), quien en los tiempos de aquella consagración se encontraba en el Bayer Leverkusen, pero volvió poco después para la Recopa. Ambos de gran recorrido también en la Scratch.

En ataque resalta la presencia de Jo (35), experimentado goleador que pasó por el Manchester City y que fue campeón de la Libertadores con el Atlético Mineiro de Ronaldinho. Es un jugador bien de área, fuerte, pero de poca movilidad.

Además, también en la delantera aparece el último gran refuerzo del equipo: Willian (33). El ex atacante del Chelsea y el Arsenal regresó en el 2021 al equipo del cual surgió y generó enormes expectativas, pero no aportó lo que se esperaba. De hecho es uno de los más señalados por la torcida corinthiana y hasta podría llegar a irse del club si las cosas no cambian a mitad de año.

No está a la altura del Palmeiras, Flamengo o Atlético Mineiro como grandes candidatos a quedarse con el torneo. Tampoco ha realizado todavía la inversión que esos equipos han hecho en refuerzos, aunque tiene un poderío económico grande basado en sus 30 millones de hinchas. Es un equipo brasileño que compite, como los de hace algunos años, que no tiene las características arrasadoras de los que se han constituido recientemente como los más fuertes.