Luego de su eliminación en la Copa Libertadores, en la cancha de Atlético Mineiro, el 20 de julio pasado, el plantel de Boca Juniors desató una batalla campal en el camino a los vestuarios, contra la seguridad del club y la policía local.

Por esos hechos, la Conmebol aplicó sanciones a los participantes identificados. Le dio a Sebastián Villa y Cristian Pavón seis partidos de sus pensión a cada uno (el colombiano de todos modos está separado del plantel por otros motivos).

Además, Marcos Rojo fue castigado con cinco encuentros, Carlos Izquierdoz, con cuatro, Diego Pulpito González con tres y Javier García con dos (de todos modos no juega). Es decir, si boca debiese enfrentar hoy un partido internacional por Conmebol no podría contar con su zaga de defensores titulares y uno de sus delanteros más peligrosos.

Además, los dirigentes Raúl Cascini y Marcelo Delgado, no podrán ingresar a los estadios en los que se disputen partidos organizados por la Conmebol por dos años.