El Gran Premio de Mónaco es una de esas carreras con asistencia casi perfecta en el calendario de la F1. Durante la segunda mitad del siglo XX, sobre todo, fue la carrera emblemática de la máxima, a tal punto que siempre tuvo privilegios de parte de la FIA y, cuando surgió, de la FOM: es la única carrera que dura 260 y no 305 kilómetros; hasta hace poco ni siquiera pagaba canon; ahora paga un canon simbólico. Este año se acaba otra tradición del Gran Premio de Mónaco: la jornada de entrenamiento de los jueves, con descanso los viernes (lo usaban las categorías teloneras), desaparece para unir el fin de semana en tres días seguidos de viernes a domingo.

Todo un símbolo de estos nuevos tiempos de Liberty Media. Con un crecimiento global del negocio que durante la mayor parte del siglo fue marginal (Bernie lo hizo), maximizar los ingresos y crear nuevos medios de lograrlos es el primer objetivo. En este contexto, los Grandes Premios tradicionales de Europa (incluso los más representativos: Montecarlo, Monza, Silverstone) ven su sitio en el calendario cada vez más amenazado por los cánones prohibitivos para Europa que pagan los países árabes, del sudeste asiático y, últimamente, Estados Unidos (subido al auge inédito de la F1 entre los jóvenes de ese país).

Además, la presencia en el calendario de otros callejeros no menos glamourosos como Singapur, Miami y, próximamente, Las Vegas, con circuitos más entretenidos que la aburrida procesión de autos que suele ser Mónaco, para no hablar de callejeros super rápidos como Baku y Jeddah, esmerilan el sitial de Montecarlo como la carrera callejera por excelencia de la categoría.

Así, aunque el paso de la jornada de jueves de Mónaco al viernes se basa en la proximidad con el Gran Premio de España, preanuncia una nueva disminución de los privilegios de la carrera en el Principado, y una renegociación del canon muy al alza.

Para quienes consideren inconcebible una F1 sin GP de Mónaco, basta recordar la ausencia de Alemania en los últimos años (ningún organizador privado puede afrontar el pago del canon sin apoyo estatal, que se retacea), la de Francia durante una década, y, last but not least, el apoyo estatal que ha recibido Monza para renovar in extremis con Liberty / FOM.

Mientras tanto, las calles del Principado recibirán este fin de semana a los autos más pesados de la historia de la F1 moderna, los más largos y anchos: si ya era difícil doblar en Tabac en 2021, este año habrá que embutir los autos entre los guardrails. Los sorpassos ¿estarán más ausentes que nunca? El viernes comenzaremos a atisbarlo.