La historia se repite pero no deja de asombrar. Las hazañas del Real Madrid de Carlo Ancelotti quedarán en los anales del fútbol para siempre. Esta vez, en Inglaterra, por la ida de los octavos de final de la Champions League, le ganó 5 a 2 al Liverpool, tras comenzar 2 a 0 abajo. Darwin Núñez y Salah convirtieron de entrada, mientras que Vinicius Jr. en dos oportunidades, Éder Militao y Karim Benzema también por duplicado, se combinaron para dar vuelta la historia.

Es evidente que pese al flojo momento del conjunto inglés en su liga local, este partido era mucho más propio de una instancia de semifinales o final. El nivel del juego y la intensidad con la que salieron a jugar ambos dio cuenta de ello.

Durante los primeros minutos, el conjunto de Jürgen Klopp fue un vendaval como hace meses no lo era. Desplegó un fútbol furioso, fundamentalmente por la derecha con Salah, Tren Alexander-Arnold y Jordan Henderson. El egipcio, que fue el mejor de los suyos, armó las dos jugadas de gol.

Primero, metió un pase genial desde la derecha para Núñez que se desmarcó bien y definió de taco cuando se pasaba. Tan solo un rato después, el ex futbolista de la Roma fue a presionar a Thibaut Courtois, que había recibido un verdadero pelotazo en contra de parte de Dani Carvajal. El arquero dudó, se llevó la pelota puesta con su rodilla y le dio al delantero rival la chance de poner el 2 a 0 sin oposición.

Como tantas veces, el conjunto Merengue parecía vencido y desorientado. Como siempre, no lo estaba. Fue entonces cuando empezó la ya clásica pero no por ello menos sorprendente remontada y el show personal de un indomable Vinicius Jr. Tras una combinación con Karim Benzema, se acomodó sin mucho espacio y sacó un remate ajustado que se coló en el segundo palo. Allí logró el descuento.

A los 36, Federico Valverde tiró un pase largo para que el brasileño, a quien ya a esa altura la defensa del equipo de Anfield temía enormemente. La duda se apoderó de Joe Gómez que le dio un pase exigido pero con cierto margen a Alisson. El arquero quiso jugar corto y le hizo rebotar la pelota al ex delantero de Flamengo, por lo que fue a buscarla adentro.

El primer tiempo terminó con la sensación de que aquello ya era negocio para la Casa Blanca. Sin embargo, lo mejor estaba por venir. A los 2 del complemento, Luka Modric se dispuso a tirar un centro tras una falta que había ganado el propio Vinicus Jr. Se la puso en la cabeza a Éder Militao que entró por el primer palo con una libertad alarmante y cabeceó como si fuese un partido amateur para dar vuelta la historia.

Para colmo, a los 10 llegó el cuarto tanto, también con una pizca de fortuna. Benzema y Rodrygo combinaron muy bien por derecha adentro del área, hasta que el francés sacó un remate que en principio no revestía peligro. Sin embargo, se desvió en Joe Gómez y generó que Alisson se pasara y la pelota se le escurriera.

El local que estuvo 2 a 0 y que tuvo chances claras de ponerse 3 a 1 después, se desmoronó desde el empate. Quedó rendido, casi sin vida en la cancha. Fue a buscar el descuento por obligación y vergüenza deportiva, pero ya no volvió a tener convicción ni mucho menos claridad.

En ese esquema dejó espacios para que le generen muchas chances de contraataque y así llegó el último. Modric cortó en salida, lanzó a Vinicius Jr., que asistió a Benzema hacia el medio. El centro delantero se tomó su tiempo, se sacó de encima al arquero con la naturalidad de un crack y definió con precisión para evitar que lo cierre un defensor.

Es difícil considerar a la serie como terminada. Sin embargo, tantas son las veces que el Real Madrid ha revertido resultados imposibles en el Santiago Bernabéu que, en este caso, con ese trabajo ya realizado, parece muy difícil que se le escape. Sin embargo, todo se va a dilucidar en la vuelta, que se jugará el 15 de marzo.